Noche adentro…


 

Noche adentro, temblando

reconocí en las últimas heridas

las manchas del amor

 

Era tu amor

el frío clavado en la noche

el té empañando las mañanas

el latido asustado de mis venas

cuando hacías azote la palabra

 

Era tu amor

la desnuda tristeza que acechaba

en medio de la muerte amenazante

la piel sembrándose con cicatrices

que escondían el trazo del dolor

 

Era tu amor

la quemadura de la lengua

el golpe ciego en la garganta

el gris resabio del ardor

 

Era tu amor

hablar con las polillas distraídas

para huir a la sombra de su vuelo

al lugar que no sabe de tu ausencia

 

Era tu amor

la mancha de la sangre

ahogando noche adentro

mi último temblor