Habitar este nudo de tiempo
atrapado entre muros
tendido en el silencio
Habitar esta extraña forma
de abrirme como un tajo
que regala heridas y lágrimas y muecas
Abrirme como se abre la noche
cuando la rompe el rayo
con toda su fugaz belleza
Verter humedades y miedos y manchas
que se van esparciendo
hasta secarme el amor
Seguir siendo un pedazo
de angustia entre dos noches
que se desgaja del dolor de ser