Tengo la edad del sol en mi andar de paso triste,
La soledad que extraña el susurro de tus labios
Labios que atrapan besos, besos que sueltan labios
Vértigo, vértigo, vértigo
Entre tu boca imposible y mi boca suplicante,
Entre mis ojos persecutores y tu mirada desoladora,
Entre mi piel atenta y tus manos escurridizas.
Así,
Así llevo la vida
Desde que mi ilusión se fijó en ti
Así,
Como el último nombre de la lista de espera
Que apenas deja un rastro húmedo entre las huellas
De los caminantes que llevan tu identidad.
Tengo la edad del sol para soñarte,
Para iluminar tu silencio con la tibieza de una caricia,
Un tímido contacto
Que diga todo lo que el sol quema sobre mi lengua.