Poema fechado en abril de 2009, mucho antes del taller y en plena etapa "supéralo.com". El desafío ahora, es reescribirlo.
Un reloj que no dice ya la hora
Un corazón que late de dolor
Una puerta entreabierta, por las dudas
Un ventanal que frunce el ceño al sol
Una cama cansada del olvido
Una mesa sirviendo al sinsabor
Dos cortinas que esconden lo evidente:
Que en esta casa no hay tiempo ni amor
Una alfombra sucia de tanta rabia
Un sofá blanco que duerme sin ti
Un librero lleno de soledades
Un poema sin versos, hasta el fin
Sonríe, en el espejo, un mal recuerdo
Se burla, en la cocina, un té con sal
El otoño saluda fotos viejas
Tu recuerdo me pide que me duerma
La muerte me ha venido a despertar.
Un corazón que late de dolor
Una puerta entreabierta, por las dudas
Un ventanal que frunce el ceño al sol
Una cama cansada del olvido
Una mesa sirviendo al sinsabor
Dos cortinas que esconden lo evidente:
Que en esta casa no hay tiempo ni amor
Una alfombra sucia de tanta rabia
Un sofá blanco que duerme sin ti
Un librero lleno de soledades
Un poema sin versos, hasta el fin
Sonríe, en el espejo, un mal recuerdo
Se burla, en la cocina, un té con sal
El otoño saluda fotos viejas
Tu recuerdo me pide que me duerma
La muerte me ha venido a despertar.