Autorretrato

De rostro triangular, ojos pequeños

Y púrpuras ojeras en su trinchera hendida

Nariz sobresaliente, cúpula caprichosa

Pómulos prominentes, tenuemente rosados

Frente lisa y cubierta de mechas azarosas

Que escapan de la loca castaña cabellera

Facciones delicadas y palidez de invierno

Con un eterno dejo de sueño, de cansancio

Labios bien dibujados, dientes casi parejos

Que no sonríen tanto como lloran los ojos

Y cuando estos se cierran

La paz que baña todo se hace tan consistente

Que aunque no pueda verla se queda junto a mí.